Si llegas a casa y todas tus cosas están tiradas por ahí, hay un claro desequilibrio en la relación con tus padres. Por lo visto, tus padres son demasiado autoritarios como para molestarse en pedirte tu opinión. Quizá deberías aprender a imponer tus límites personales. Y, por supuesto, mudarte sería el primer paso para vivir por tu cuenta.
Es normal que las distintas generaciones tengan puntos de vista diferentes sobre la vida, pero en algunos casos los desacuerdos pueden convertirse en auténticos escándalos. Sobre todo si tienen que ver con la política y la religión. Recuerda que eres una persona diferente, así que tus creencias no tienen por qué coincidir con los valores de tu familia. Si te presionan regularmente para que vivas tu vida, deberías hacer las maletas.
¿Conseguiste el trabajo de tus sueños, pero tu familia ni siquiera te felicitó? ¿Les presentas a tu novio a tus padres, pero ellos se van desafiantes a otra habitación? ¿Te has comprado un vestido nuevo, pero tus padres critican tu aspecto? Eso es triste. Molesto. Pero está bien.